El consumo humano de agua es un buen indicador del grado de desarrollo de una sociedad. En España este consumo está, según las últimas estadísticas publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2018, en una cifra ligeramente superior a los 130 litros por habitante y día. Es el gasto registrado por la Asociación Española de Servicios de Abastecimiento y Saneamiento.
Sobre estos datos, y los que confrontan el precio y la calidad del agua, te resultarán familiares muchas controvertidas políticas a nivel local como la asignación de cánones de consumo que provoca que haya localidades que paguen poco por su consumo y otros, en cambio, paguen mucho. Las aguas de consumo las compartimos con otros usos, tales como los regadíos de la agricultura o determinados tipos de industria.
Calidad del agua por regiones
El origen del agua para el consumo humano tiene tres orígenes principales: fluviales, embalsadas o aguas subterráneas. Una característica común en España es que sean particularmente abundantes las aguas provenientes de embalses. Pero, después, cada zona geográfica va definiendo un perfil completamente singular.
Según todos los análisis, en general, la calidad del agua en España es excelente. Esta calificación está más concentrada en el aspecto sanitario, químico y microbiológico; otra cosa son las propiedades percibidas por los sentidos donde podemos detectar, puntualmente, más carencias.
En las regiones del norte, donde las cuencas son abundantes en recursos hídricos, pueden ser peligrosas las contaminaciones por abonos en zonas agrícolas limítrofes. Por otra parte, en las cuencas mediterráneas la mayor concentración de población genera problemas en el saneamiento de las aguas residuales. En buena parte de la geografía peninsular los suelos calcáreos modifican las propiedades químicas del agua.
Para las islas, el peligro más grande es la contaminación de aguas salobres. También hay que señalar para las localizaciones con una actividad industrial más intensa el peligro que representan algunos metales y elementos químicos capaces de ir disueltos en agua destinada al consumo humano.
Podemos indicar cuatro ciudades que destacan por la calidad de sus aguas: Madrid, San Sebastián, Málaga y Burgos. La razón de sus buenos resultados se debe a la conexión natural que tienen con los ciclos hidrológicos, sin alteraciones humanas, y al tratamiento que se les da antes de ir al suministro general.
Para medir la calidad del agua tienes que tener en cuenta cuatro factores básicos:
- Variables de tipo químico
- Variables de tipo microbiológico
- Variables marcadoras de calidad
- Márgenes de radioactividad naturales
La calidad del agua a lo largo de su ciclo
Los servicios locales de distribución de agua urbana fijan la atención para el control sanitario en las fases sucesivas por las que pasa el agua. Tienes estas principales:
- Recepción del medio natural. Es el paso intermedio entre el origen natural del agua y la red canalizadora urbana. Las plantas desalinizadoras también se encuentran en esta categoría. En la captación hay riesgo de contaminación por atraer agentes químicos o bacteriológicos presentes en el medio ambiente.
- Potabilización. Es una fase que se realiza con medios físicos y químicos. Filtración y agentes antibacterianos son los medios más corrientes.
- Salida a la red de suministro. Las tuberías y canales urbanos deben estar en perfecto estado para no sufrir impregnaciones peligrosas de la red de saneamiento.
- Saneamiento y alcantarillado. Después del uso doméstico, el agua puede recibir un tratamiento para que pueda volver a ser introducida en su ciclo natural. Es esencial realizar este tratamiento de manera óptima ya que posteriormente será captada para una nueva fase de abastecimiento
- Depuración o reciclaje. Es el trabajo que se realiza en las depuradoras. Las aguas residuales son tratadas para una posible reutilización.
Conclusión
Como conclusión, la calidad del agua es perfectamente objetivable con los parámetros marcados por la OMS (organización mundial de la salud). La OMS plantea una serie de recomendaciones sobre la seguridad del agua de consumo, metas de protección de la salud, vigilancia, aspectos microbiológicos, aspectos químicos, aspectos radiológicos y aspectos relativos a la aceptabilidad.
Algunas características que pueden resultarte llamativas para los sentidos, como la dureza, no siempre se corresponden con un peligro real para la salud. El criterio establecido y difundido por las instituciones oficiales es el que ofrece una garantía mayor para el ciudadano bien informado.
Fuentes de referencia:
https://www.ign.es/espmap/agua_bach.htm
https://www.pwc.es/es/publicaciones/energia/assets/gestion-agua-2018-espana.pdf
http://archivo-es.greenpeace.org/espana/Global/espana/report/other/agua-la-calidad-de-las-aguas.pdf
https://www.elmundo.es/vida-sana/bienestar/2019/03/21/5c93b1c821efa0636b8b46cc.html
https://www.iagua.es/2010/01/informe-aeas-sobre-tarifas-y-precios-del-agua-en-espana
https://www.madrimasd.org/blogs/remtavares/2012/04/09/131754
https://www.europapress.es/sociedad/medio-ambiente-00647/noticia-cada-espanol-consume-132-dia-2018-menos-ano-pasado-aeas-aga-pide-subir-tarifa-20181002173912.html
http://www.aeas.es/servlet/mgc?pg=Home&ret=ourcompany&areaCode=publicarea
http://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/docs/agua_consumo_2011_v3_.pdf