Todos tenemos a algún conocido o familiar que se considera muy experto y no para de recomendar o de hacer notar sus conocimientos cafeteros cuando tiene ocasión, pero ¿no te has dado cuenta de que a lo que da la máxima importancia su discurso es a recomendar cuál es el mejor café?
Sin embargo, cuando te tomas una taza de café, la proporción de agua que tiene esa mezcla ronda entre el 90 y el 98 %. Realmente, cuando te bebes un café estás tomando agua con el olor y el sabor característicos que proporcionan las cualidades originales del café que contiene, todo ello mezclado a una cierta temperatura. La calidad del café es muy importante en su sabor, pero no lo es menos usar un agua adecuada.
Características del tipo de agua en la personalidad del café
Las diferencias fundamentales que hay entre los diferentes tipos de café existentes son su aroma, su color y su sabor. Por ello, el agua que deberías emplear tiene que ser aquella que no adultere sus características originales. Según los verdaderos expertos en café, el tipo de agua ideal para usar de cara a preservar la personalidad original de un café ha de tener los siguientes condicionantes:
- Carecer de sabor y olor.
- El pH adecuado tiene que estar alrededor de 7.
- Una conductividad comprendida entre 200 y 800 micro Siemens.
- La cantidad máxima de sustancias sólidas disueltas es de 150 ppm.
- El sodio tiene que estar en un máximo de 10 mg/l.
- La dureza total o volumen de sales estará entre 8-15 dGH.
- La dureza temporal se moverá entre 4-6º KH.
Por ello, el tipo de agua idónea que debes considerar para mezclarla con tu café preferido sería aquella cuya composición química se asemeje lo máximo posible a los parámetros anteriores.
Importancia de la dureza del agua para la preparación de un café
Según la escala de Merk expresada en CaCO3/l (concentración de carbonato de calcio en un litro de agua), la dureza se clasifica de las siguiente manera:
- Agua muy débil, de 0 a 79 mg.
- Agua débil, de 80 a 149 mg.
- Agua semifuerte, de 150 a 329 mg.
- Agua fuerte, de 330 a 549 mg.
- Agua muy fuerte, mayor de 550 mg.
Según la SCA (Asociación de Cafés Especiales), la dureza ideal del tipo de agua para no alterar la personalidad del sabor del café debería estar comprendida entre 17 y 85 mg, lo cual indica que habrás de emplear un agua débil o muy débil.
¿Cómo consigo el tipo de agua ideal para no perjudicar el sabor de mi café?
El tipo de agua ideal para hacer un buen café debería tener una composición química que se acercara mucho a los parámetros reflejados anteriormente. Como no tenemos ni idea de las propiedades del agua que sale de nuestros grifos, no tendríamos más remedio que llevarla a analizar a un laboratorio para que nos facilitasen esa composición química. Es la única manera de saber si sería adecuada para cumplir nuestro objetivo.
Por ello, lo más práctico es utilizar agua mineral que tenga las características lo más aproximadas posible a las anteriores. Eso es fácil lograrlo porque toda la composición química del agua embotellada viene perfectamente indicada en la etiqueta del envase y que su proceso de fabricación es constante, garantizándose siempre las mismas propiedades.
Temperatura idónea del agua para no alterar el sabor del café
Seguramente estarás pensando al leer este subtítulo que eso no debe ser muy importante, dado que todo el mundo calienta el agua hasta la cocción para después mezclarla con el café. Pues bien, nada más lejos de la realidad.
La temperatura del agua es fundamental, ya que es el parámetro más determinante para extraer los compuestos de sabor y aroma del café. Si la temperatura es inferior a 87 ºC, muchos de los compuestos del café no llegarán a la taza y se perderá mucho potencial en el sabor del café. Por el contrario, si la temperatura es mayor de 95, muchos de los compuestos más delicados se quemarán, originando la aparición de sabores amargos y ásperos.
Te estarás preguntando si hasta necesitas un termómetro para poder tomar un café pudiendo preservar su sabor original, pero no te preocupes: lo más práctico es que apagues el fuego cuando el agua empiece a hervir y esperes aproximadamente un minuto; con eso es suficiente para que su temperatura descienda aproximadamente 10 grados y tu agua esté preparada para que puedas mezclarla con el café y degustar su sabor con la garantía de que no se han perdido sus propiedades originales.
Conclusión
Para que puedas tomarte un buen café, tienes que dar la misma importancia al café que te gusta que al tipo de agua que emplees en la mezcla. Para ello, y teniendo en cuenta las propiedades ideales que debería tener el tipo de agua, la mejor solución es que uses un agua mineral cuya composición química se asemeje lo máximo posible a las características necesarias para no adulterar el sabor del café.
En cualquier tipo de agua embotellada que puedes encontrar en el mercado, la composición química está reflejada en la etiqueta del recipiente, lo que te asegura que al emplear siempre el mismo tipo de agua con tu marca de café preferida su sabor sea el mismo.
Fuentes de referencia:
https://baristakim.es/el-sabor-del-cafe-depende-del-agua
https://cafesabora.com/es/la-importancia-del-agua-para-el-caf%C3%A9
https://www.elcafetero.es/articulos/mejor-agua-para-hacer-cafe-casa
https://cafesabora.com/es/la-temperatura-del-agua-para-un-caf%C3%A9-%C2%BFcu%C3%A1l-es-la-correcta