Introducción: la deshidratación en verano
La deshidratación no es más que un desequilibrio entre los líquidos que ingerimos en nuestro cuerpo y los que perdemos como consecuencia del ejercicio, de la orina, del sudor o por simple evaporación. A pesar de que nos referimos a líquidos, te aclaramos que el componente principal es el agua.
Es importante tener en cuenta que con las altas temperaturas, debemos estar más atentos/as a nuestra hidratación. Esto sucede cuando estamos en unas condiciones superiores a los 28 ºC en un clima húmedo y a los 35 ºC en un clima seco. Así, en todo momento, pero especialmente en estos ambientes, es bueno seguir algunos consejos y recomendaciones como los que te exponemos a continuación.
Consejos para mantenerte bien hidratado
● Ingerir un mínimo de 2 litros de agua al día o, si realizas ejercicio físico intenso, superar esta cantidad. Para ello, te aconsejamos que lleves una botella de agua contigo en todo momento y te ayudará a beber de forma regular incluso fuera de las comidas principales.
● Optar por alimentos ricos en agua, como frutas. La sandía, el melón, el paraguayo, el melocotón… Todas las frutas de temporada tienen un alto contenido hídrico que pueden ayudarte a mantener una buena hidratación.
Principales recomendaciones para soportar el calor intenso
Durante la actividad física como durante el día, hay que beber cada poco tiempo. Si eres de aquellas personas que no están acostumbradas a beber agua cada cierto tiempo puedes utilizar algunos trucos. Una opción sería usar una App donde indique cada cierto tiempo que tenemos que beber.
Así mismo, ya sea durante la actividad física como durante el día normal, hay que beber cada poco tiempo. Esto es esencial, aunque no tengas sed. Se trata de hidratarte antes de sentir los signos de la deshidratación. Las personas que no están acostumbradas a beber agua cada cierto tiempo pueden utilizar algunos trucos.
Por un lado, utilizar una aplicación para el móvil donde indique cada cierto tiempo que tenemos que beber. Otra idea menos tecnológica es la de asociar determinadas tareas del día a la ingesta de líquidos. Por ejemplo, cada vez que te laves los dientes, que vayas a ducharte o que vayas a salir de casa, bebes un vaso de agua. Con este truco tan simple te será muy sencillo evitar la deshidratación y completarás los 8 vasos de agua que se recomiendan al día.
¿Cuáles son las principales poblaciones que pueden sufrir deshidratación en verano?
Durante el verano, hay dos grupos poblacionales que presentan un riesgo máximo a sufrir los efectos de la deshidratación. Son los niños y los ancianos.
Los niños: un grupo en riesgo para la deshidratación
EDAD | CANTIDAD DE AGUA |
Menores de 6 meses | No es necesario añadir agua a la alimentación. La leche materna ya los hidrata. |
6 a 12 meses | Introducir pequeños sorbos de agua. |
A partir del año | Tiene que convertirse en hábito. Deben tomar un litro y medio (6 vasos). |
8 años | Deben beber 2 litros de agua (8 vasos). |
Si sospechas de deshidratación en un niño, fíjate en si hace tiempo que no orina, si está especialmente cansado, con los ojos hundidos o si llora sin mostrar lágrimas. Además, el estreñimiento y la sequedad de la piel también pueden indicar que tiene que hidratarse.
“El agua contribuye a mantener las funciones físicas y cognitivas normales, con una ingesta diaria de al menos 2L de agua al día, procedente de cualquier fuente.”
Fuentes de referencia:
https://www.guiainfantil.com/blog/1203/que-cantidad-de-agua-deben-beber-los-ninos.html