La escasez de agua es uno de los grandes problemas que sufre nuestro planeta en la actualidad, así como uno de sus mayores desafíos. Según los datos del World Resources Institute (WRI), se calcula que más de 1.000 millones de personas alrededor del mundo viven en regiones donde faltan recursos de agua, una cifra que puede llegar a los 3.500 millones en 2025.
Este problema afecta ya a todos los continentes, pero los países más afectados se encuentran en Oriente Medio, la región más vulnerable, y al norte de África. De acuerdo con WRI, estos países son Bahrain, Kuwait, Egipto o Qatar, entre otros. También hay otros países de otras regiones que pueden experimentar problemas con la escasez de agua, como Estados Unidos, China e India, India debido a que viven en cuencas hidrográficas con riesgo de estrés hídrico grave, según Aquae Fundación.
Causas y consecuencias de la falta de recursos de agua
Estamos acostumbrados a abrir el grifo y que salga agua, pero hay regiones en las que esto no es posible, ya que la falta de recursos de agua es un problema real y de alcance mundial. ¿Pero cuáles son las causas de este déficit de recursos? ¿Qué aspectos podemos cambiar de nuestra gestión del agua para combatir su escasez? ¿Qué hacen las Naciones Unidas para solventar la desaparición de recursos de agua? A continuación, respondemos a algunas de estas preguntas.
La contaminación
Tanto la que presentan las aguas dulces como la del aire, ya que puede filtrarse al agua y contaminarla.
La sequía
Viene dada potencialmente por el cambio climático. Este es otro de los mayores retos de nuestra generación y de las generaciones futuras, puesto que es la actividad de los humanos la que genera este aumento de la temperatura mundial.
El cambio climático puede tener consecuencias tanto a nivel climatológico, como a aspectos humanos, siendo más propensa la aparición de enfermedades respiratorias o la obesidad, según un estudio de la Alianza Australiana de Salud Global.
Con el cambio climático y el aumento de las temperaturas también se potencia la aparición de sequías y escasea la lluvia, por lo que no hay agua para el consumo humano ni para los cultivos o la industria.
Uso descontrolado del agua
Básicamente es una consecuencia humana. Tanto en las fábricas o en los cultivos como en nuestro día a día, usamos agua sin reparar en que se trata de un bien escaso y malgastándolo. Esto sucede también con otros recursos naturales del mundo, como el petróleo o los bosques, no los administramos bien hasta que se agotan.
Las consecuencias de todas estas acciones, sean provocadas por los humanos o la falta de lluvia, por ejemplo, es clara: la disminución del agua disponible es creciente. La falta de este recurso puede conllevar secuelas muy concretas a nuestra cotidianeidad y a nuestro futuro. Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), estas consecuencias pueden ser las siguientes.
Enfermedades
La escasez de agua y los sistemas de potabilización en muchas zonas del mundo, sobre todo en los países más desfavorecidos, provocan que el agua que se consume esté contaminada y, por tanto, este hecho desemboca en enfermedades en las personas que la consumen, como por ejemplo la diarrea, el cólera o la poliomielitis. A su vez, la falta de agua también puede causar deshidratación. Según datos de 2015 de la Organización Mundial de la Salud, hay más de 502.000 muertes al año por diarrea.
Hambre
Además de la deshidratación por la manca de agua para beber y consumir, la escasez de agua incide en la agricultura y en la ganadería, dado que no se pueden regar los cultivos ni alimentar en buenas condiciones a los animales. Como recoge UNICEF, esto repercute después en la alimentación, con una falta constante de recursos para comer y, en consecuencia, con hambre, en países como Somalia, Etiopía o Kenia, entre otros.
Desaparición de especies
Igual que con la falta de agua para cultivar, las especies vegetales, las plantas, reclaman una gran cantidad de agua para crecer en buenas condiciones y poder desarrollarse.
Conflictos
La escasez de agua puede generar muchos conflictos en el mundo, sobre todo geoestratégicos, debido al intento de control de este recurso. Todo ello puede provocar el desplazamiento de personas a otros países para encontrar lugares más seguros en los que vivir.
¿Qué podemos hacer para combatir la escasez del agua?

Hasta ahora hemos visto las causas de la falta de recursos de agua, pero ahora debemos ahondar en lo que podemos hacer para evitarlo y combatir este problema mundial. Lo más necesario es que haya un cambio en la sociedad y en cada persona respecto a este recurso vital, así como sobre el resto de los recursos que también están en peligro.
Sin embargo, hay una serie de medidas concretas que pueden servir para mitigar la escasez de agua, según Intermón Oxfam. Entre estas medidas están, por ejemplo, instalar mecanismos para reutilizar y reciclar el agua en hogares o industrias, instaurar la utilización de nuevas tecnologías como la desalinización del agua, reducir su demanda o regular la administración de los recursos de agua.
La solución pasa por la unión de las acciones gubernamentales, como medidas concretas que favorezcan la reutilización de agua o la implementación de nuevas tecnologías que permitan aumentar el agua disponible y con las pequeñas pero muy importantes actividades que podemos hacer los humanos.
Los Objetivos del Milenio
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio son ocho propósitos que se fijaron en el año 2000 por los países miembros de las Naciones Unidas. Se trata de objetivos para el desarrollo humano relacionados con problemas de la vida cotidiana de los diferentes países del mundo y que se consideran graves, como por ejemplo la escasez del agua. En 2015 se hizo una revisión de los progresos y mejoras conseguidos y se decidió extender la lista de objetivos, que ahora han pasado a llamarse los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Entre estos objetivos hallamos la erradicación del hambre, la reducción de la mortalidad infantil, la mejora de la salud materna o combatir el VIH y otras enfermedades. Todos estos objetivos están relacionados con un mejor acceso al agua, un aspecto que resultará decisivo para conseguir estos objetivos y mejorar el nivel de vida del planeta.
Entre los temas que se tratan en Naciones Unidas, la falta de recursos de agua es considerado un problema crónico y grave. Con la consecución de los Objetivos del Milenio se pretende revertir esta tendencia a fin de que cada vez haya menos personas en lugares con escasez de agua.
Los objetivos del Milenio han conseguido aumentar en un 56% la cobertura de saneamiento en las regiones más necesitadas, sin embargo, casi la mitad de la población de dichas regiones no cuenta con instalaciones de saneamiento mejoradas. Ante esta circunstancia, los Objetivos del Milenio seguirán promoviendo el acceso del agua potable a bajo coste y seguirán aumentando los servicios de saneamiento públicos durante los próximos años.
El efecto del cambio climático
Entre los Objetivos de Desarrollo del Milenio, algunos de los cuales se han explicado en el apartado anterior, encontramos el de garantizar la sostenibilidad del medio ambiente. Y es que el ser humano consume muchos más recursos de los que el planeta puede producir, por lo que se acabarán agotando, mientras que tampoco avistamos una apuesta clara por parte de muchos gobiernos en favor de las energías renovables.
Otro de los aspectos que contribuyen a la escasez de recursos como el agua, y que también está provocado por la acción del hombre, es el cambio climático. Las emisiones de dióxido de carbono que emiten los coches o las industrias, así como la tala cada vez mayor de selvas tropicales y las explotaciones generan un aumento continuado y cada vez mayor de la temperatura global, unido a la disminución de los días de lluvia. Esto provoca que las sequías sean cada vez más significativas al no centrarse exclusivamente en las zonas más cálidas del planeta.
Con esto, es cada vez más habitual la falta de recursos de agua, tanto de la que se emplea para el consumo personal como de la que va destinada al cultivo de vegetales y hortalizas o a la alimentación de los animales, hecho que finalmente repercute en la alimentación diaria de los humanos.
Conclusión
La escasez de agua es un problema mundial, con unas causas y unas consecuencias muy claras, tanto para el medioambiente como para las personas, pero todavía podemos revertir sus efectos. Está en nuestras manos, tanto a nivel personal como con acciones colectivas y gubernamentales, cuidar y no malgastar este recurso tan necesario para nuestro día a día, además de hacer lo mismo con el resto de los recursos naturales que están sobreexplotados.
Fuentes de referencia:
https://www.un.org/spanish/waterforlifedecade/scarcity.shtml
https://www.culligan.es/blog/escasez-de-agua-dulce-causas-consecuencias
https://www.fundacionaquae.org/wiki-aquae/sostenibilidad/ranking-de-paises-con-escasez-de-agua/
https://www.aguasresiduales.info/revista/blog/que-es-la-escasez-de-agua
https://ayudaenaccion.org/ong/blog/solidaridad/escasez-de-agua-problema-mundial/
https://blog.oxfamintermon.org/los-problemas-derivados-de-la-escasez-de-agua/
https://es.wikipedia.org/wiki/Escasez_de_agua
https://eacnur.org/blog/escasez-agua-en-el-mundo/
https://www.aguasresiduales.info/revista/blog/que-es-la-escasez-de-agua
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https://es.wikipedia.org/wiki/Escasez_de_agua
https://eacnur.org/blog/escasez-agua-en-el-mundo/
http://glham.org/the-health-impacts-of-climate-change/