Introducción
Cansancio e hidratación son dos términos que suelen estar unidos, ya que el primero puede ser la consecuencia de la falta del segundo. Recuperarse de un entrenamiento pasa, de forma obligatoria, por una hidratación correcta. Por esto, resulta imprescindible establecer cuáles son los lazos de conexión entre ambos aspectos para que te sea más fácil evitar problemas de salud.
¿Por qué se produce el cansancio?
Es posible que pienses que esta sensación proviene, directamente, del ejercicio físico continuado, sin embargo, no es así. Cuando notas que tus músculos no tienen la fuerza habitual es porque tu cuerpo te está avisando de que hay un problema.
Si sigues una dieta saludable y variada, pero no le prestas demasiada atención a la hidratación (recuerda que debes tomar un litro y medio de agua al día) tu organismo empezará a funcionar de forma incorrecta provocando que el sistema nervioso y el aparato locomotor comiencen a fallar.
Consecuencias de la deshidratación
La consecuencia fundamental de la deshidratación es que las fibras musculares se vuelven mucho más frágiles. Es decir, si solo bebes agua o alguna bebida isotónica tras el entrenamiento, pero el resto del día apuestas por los refrescos, las bebidas energéticas o el alcohol, tus músculos no tendrán la capacidad necesaria para soportar el esfuerzo físico.
Por ejemplo, si te gusta salir a correr, los músculos de tus piernas se estiran y se contraen continuamente para que puedas moverte. Al estar formados de agua, como el 60 % de tu cuerpo, comenzarán agotando las reservas y seguirán trabajando, pero ya sin la flexibilidad habitual. Es en esta situación cuando se producen las lesiones.
Antes de experimentarlas notarás calambres, rigidez, cansancio y fatiga muscular. No obvies estos síntomas y corta tu entrenamiento de inmediato e hidrátate. Es importante, por lo tanto, que tomes líquidos de forma continuada y que, en casos de deshidratación por un exceso de sudoración, repongas los líquidos perdidos durante las dos horas siguientes al finalizar el entrenamiento.
¿Influye la dieta en la hidratación?
Sí y, de hecho, es siempre el mejor complemento a la ingesta de líquidos. No dudes en aprovechar la fruta de temporada y otras más específicas como la sandía, la papaya y el coco. Entre las verduras, el tomate y el pepino son de las más recomendables, dado su alto contenido en agua.
Toma estos alimentos en crudo para aprovechar al máximo su aporte de líquidos. Macedonias y ensaladas son siempre alternativas que no deben faltar en tu mesa a diario.
¿Qué tipo de rutina de ejercicios debes seguir para evitar el cansancio?
Si vas a un gimnasio de forma habitual, el especialista podrá ponerte una rutina específica para que consigas tus objetivos. Poco a poco irán aumentando las series y las repeticiones para que te sea más fácil perder peso o ganar masa muscular, entre otros.
Si eres tú el que decide el tipo de ejercicio que realiza, puede resultarte más complicado establecer unos límites razonables. De hecho, cuando lleves varias semanas haciendo lo mismo notarás que cada vez necesitas menos esfuerzo, por lo que podrías ponerte metas más altas.
Lo que debes tener claro es que, en ambos casos, el límite no lo puede poner nadie salvo tu propio cuerpo. Es decir, si notas alguna anomalía, alguna molestia o algún tipo de problema físico, no dudes en cambiar el entrenamiento o en reducir su intensidad para evitar que el cansancio haga acto de presencia.
El sobreesfuerzo muscular y articular incide, directamente, en tu capacidad de recuperación, por lo que no resulta nada recomendable excederse o poner tu musculatura a prueba cada día.
El descanso más recomendable
Tras cada entrenamiento debes descansar durante unas dos horas como mínimo. También es recomendable que tengas una rutina específica para irte a dormir, ya que el insomnio provoca, indirectamente, una mayor probabilidad de padecer fatiga muscular. Haz los cambios pertinentes en tu dormitorio para que te sea mucho más sencillo dormir plácidamente.
Como habrás comprobado, hidratarse correctamente a través de la toma de líquidos y de la dieta va a ayudarte a reducir tu cansancio.
Conclusión
Cansancio e hidratación son dos conceptos interconectados que afectan, directamente, a tu estado de salud. Sigue nuestras recomendaciones para que te sea mucho más sencillo afrontar tu rutina diaria sin problemas. Hidrátate de forma habitual, cambia tu dieta, amolda tu actividad deportiva a tus aptitudes y no intentes superar tus límites. Seguro que tu cuerpo te agradece tu apuesta por el descanso y por facilitar su recuperación de forma natural y progresiva.
Fuentes de referencia:
https://elpais.com/elpais/2017/09/21/buenavida/1505996276_906321.html
https://elpais.com/elpais/2017/06/26/fotorrelato/1498473609_438817.html#foto_gal_6
https://www.sabervivirtv.com/medicina-general/senales-mala-hidratacion_1602
https://www.miarevista.es/salud/fotos/5-consejos-para-combatir-el-cansancio/hidratacion1