Introducción
El cuerpo humano necesita agua para poder desarrollar todas y cada una de sus funciones y el agua con gas es una buena opción. Resulta perfecta para estimular la secreción de los jugos gástricos, abrir el apetito o facilitar la digestión. No obstante, la mayoría de las personas suele acudir a los refrescos azucarados en vez de a este tipo de bebidas.
¿Cómo determinar el mejor tipo de agua con gas y cómo usarla?
¿Prestas atención al etiquetado de los envases de agua mineral antes de comprarla? Si te fijas en su composición mineral, puedes darte cuenta de los tipos de agua tan distintos que hay. Entre ellos, podemos encontrar los siguientes:
Agua sulfatada
Si el agua supera los 200 miligramos por litro de sulfato, estás ante agua sulfatada. Esta agua tendrá un ligero efecto laxante, aunque este efecto es mayor en las aguas sulfatadas sódicas y magnésicas que en las cálcicas, según ciertos estudios.
Aguas magnésicas
Se puede considerar que un agua es magnésica si tiene un contenido superior a 50 miligramos de magnesio por cada litro de agua. Esto quiere decir que, si el consumo diario recomendado de este mineral es de 350 miligramos, un litro de agua aportará el 14 % del consumo establecido.
Agua bicarbonatada
Cuando la concentración de bicarbonato en el agua es superior a 600 miligramos por litro, hablamos de aguas bicarbonatadas. Este tipo de aguas contribuirán sustanciosamente a mejorar la digestión de los alimentos, beber aproximadamente 300 mililitros de agua antes de las comidas te ayudará a que la sensación de saciedad llegue antes.
Aguas sódicas
Las aguas consideradas sódicas contienen entre 551 miligramos y 1172 miligramos de sodio por cada litro, aunque puede variar en función de las diferentes marcas del mercado. Si lo traducimos al porcentaje de sal que supone, según la dosis recomendada diaria de 2 gramos, hablamos de entre el 28 y el 59 % del total que tu cuerpo necesita, si consumes un litro de este tipo de aguas.
Por tanto, beber estas cantidades de agua sódica está totalmente contraindicado para personas con hipertensión. Así, si padeces este tipo de problema, antes de coger una botella sin más es especialmente interesante que prestes atención al etiquetado.
Aguas cálcicas
Para que un agua mineral se pueda considerar cálcica, ha de contener entre 175 y 375 miligramos de calcio por litro. Estas cantidades corresponden respectivamente a un 18% a un 45 % de la cantidad diaria recomendada Si lo comparas con un litro de leche, por ejemplo, esta contiene un 150% y además, el calcio del agua no tiene una absorción tan alta como el de la leche.
Además, que el calcio del agua no tiene una absorción tan alta como el de la leche.
Aguas cloruradas
Si el agua contiene más de 200 miligramos por litro de cloruros, estamos ante este tipo de aguas cloruradas. Debido a ello, no han de consumirse como una bebida habitual, sino como una alternativa en momentos concretos.
El agua mineral envasada y el sodio
Las personas que tienen problemas renales, cardíacos o de hipertensión llevan un control más o menos severo de su ingesta de sodio. Es sencillo diferenciar el sabor salado en los alimentos, pero en las aguas envasadas no lo es tanto. Este es uno de los motivos principales por los que debes prestar atención a las etiquetas de las aguas minerales envasadas, sobre todo si consumes en exceso alguna de las aguas con mayor proporción de este mineral.
Si debes restringir por cuestiones médicas la ingesta de sodio, has de cerciorarte de que en los etiquetados del agua mineral que consumas de forma diaria tengas menos de 20 miligramos de sodio por cada litro. Con esta proporción, el agua es apta para su consumo en las situaciones en las que la dieta a seguir deba ser hiposódica.
Si eres una persona hipertensa, puedes consumir aguas cuya cantidad esté comprendida entre esos 20 y hasta 100 miligramos por litro de forma moderada.
¿Cuánta agua con gas puedes beber al día?
Según los ensayos clínicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el agua con gas no es un sustituto del agua sin gas. Es cierto, que hay que hidratarse continuamente, pero no todo el mundo tiene la misma capacidad para procesar el gas. Dos litros de agua con gas al día pueden llegar a ser demasiados.
Los amantes de esta bebida pueden combinarla con agua mineral natural hasta completar la ingesta de esos ocho vasos diarios recomendados, lo que quiere decir que puedes consumirla, pero sin excesos y con moderación. Además, es preferible optar por las aguas de carbonatación natural.
Conclusión
En definitiva, se puede consumir agua con gas, pero en España no es una de las bebidas más habituales. Aquí, tan solo el 10 % de la población suele consumirla, lo que es una cifra baja en comparación con otros países europeos.
Fuentes de referencia: http://www.revistasan.org.ar/pdf_files/trabajos/vol_19/num_3/RSAN_19_3_81.pdf
https://es.wikipedia.org/wiki/Agua_carbonatada
https://www.ocu.org/alimentacion/agua/noticias/agua-con-gas-tipos
https://www.lasprovincias.es/sociedad/salud/mejor-agua-20180727154627-nt.html
https://www.vitonica.com/minerales/cuidado-con-el-sodio-de-las-aguas-minerales-envasadas
https://www.lavanguardia.com/comer/tendencias/20180319/441565018537/cuanto-agua-con-gas-beber-al-dia.html