La piel es una estructura que envuelve el cuerpo y que permite que nuestro organismo pueda interactuar con el medio ambiente, entre sus principales funciones destacan desde la protección de las estructuras internas y órganos hasta la producción de hormonas que ayudan al buen funcionamiento del cuerpo.
La piel se renueva, y para ello cuenta con su propio ciclo en donde las células de la piel se regeneran desde sus capas más profundas y viajan hacia las zonas menos profundas de la piel para sustituir a las células más viejas.
Una forma de hidratar la piel es interna y se consigue con los hidratantes naturales que contienen las frutas y vegetales. Beber agua y dormir 8 horas sin interrupciones contribuye a la reparación interna de la dermis. La segunda forma de materializar los cuidados de la piel es externa, recurriendo a aceites, baños de vapor y a fangos.
Las necesidades de la piel van cambiando según la edad:
- A partir de los 25 la piel empieza a perder gradualmente grosor y la protección natural contra los rayos UV.
- Durante los 30 la barrera de la piel se va debilitando cada vez más, disminuyen los procesos metabólicos de las células, se reduce elasticidad de la piel y su humedad.
- A partir de los 45 años la dermis pierde contenido celular, el flujo sanguíneo es más lento y las fibras de colágeno ven mermada su fuerza provocando que la piel pierda su tono. La buena noticia es que las células de la epidermis se renuevan a la velocidad de un millón por hora. En unos 30 días pueden regenerarse por completo.
- Durante los 60 y 70 la regeneración de la piel se vuelve más lenta, la piel se hace cada vez más delgada, con menos volumen, con menos elasticidad.
La forma de hidratar la piel internamente
La piel se seca debido a la edad, al estilo de vida, al estrés, a las emociones y a los medicamentos. Una forma de hidratar la piel es desde dentro. Para ello, hay que cuidar la dieta y aprender a relajarnos. Aunque parecen acciones invisibles sus efectos sobre la piel no lo son.
La importancia de beber agua
Beber agua es la manera más sencilla y práctica de mantenerse hidratado. Siempre teniendo en cuenta la importancia de la calidad y cantidad del agua que bebemos.
Importa la calidad del agua. En este sentido, debemos atender a los siguientes aspectos:
• El agua del grifo puede contener cloro, flúor y otras sustancias perjudiciales. El agua del grifo debe ser potabilizada para ser bebida por tanto está sometida a tratamientos que la hacen potable.
• El agua mineral, en cambio, es rica en minerales. El agua mineral no tiene ningún tratamiento
Importa la cantidad de agua. Hay que tener presente que:
• Hay que beber sorbos moderados a lo largo del día permitiendo que el cuerpo la asimile.
• Beber demasiado en poco tiempo hace que los riñones estén activos continuamente y con el exceso de orina se eliminan minerales. Sin embargo, es contraproducente ya que los riñones no son capaces de eliminar lo suficientemente rápido el exceso de líquido de nuestro organismo y la sangre se vuelve más diluida de lo normal y con concentraciones muy bajas de sal
• La cantidad de agua depende de los hábitos y de la estación del año, pero puede rondar los 2 litros al día.
• Una persona con un alto nivel de estrés o con un trabajo intelectual desgasta más energía de la que pensamos. Necesita hidratarse tanto en esos momentos como cuando hace deporte.
Alimentación
El colágeno y elastina de la piel se regeneran a través de los alimentos que consumimos:
• Alimentos ricos en colágeno. Los hallamos en las proteínas y en los frutos secos. En frutas rojas y ácidas como las fresas, cerezas o el kiwi. En vegetales de hojas verdes como las coles, espárragos o brócoli.
• Alimentos ricos en elastina. La contienen el apio, plátano, frutas ricas en vitamina C, aguacate, queso, arroz y frutos secos.
• Los alimentos de sabor dulce construyen tejidos e hidratan.
• Los alimentos ácidos limpian la piel, estimulan y son carminativos.
• Las ensaladas y la comida cruda y seca no es recomendable, sobre todo, en otoño/invierno.
El sueño
Para los cuidados de la piel es indispensable dormir sin interrupción y apaciblemente. Con la edad cada vez son menos las horas de sueño. Debemos recuperar las 8 horas de sueño ya que rejuvenece, repara y reconstituye la piel.
Cuidados de la piel externos
La piel es un órgano vivo expuesto al medio ambiente, el sol, el clima, la contaminación y los agentes químicos. Dado que no podemos modificar el clima frío y ventoso del otoño tomemos las medidas oportunas para paliar sus consecuencias. Además, procuremos vestir prendas sin componentes químicos presentes en algunos textiles.
Aceites hidratantes naturales
Las cremas hidratantes no son más que emulsiones de aceite y agua unidas por emulsionantes químicos. Esto significa que los aceites por sí solos aportan beneficios:
• Aceites base para pieles secas: sésamo, oliva o almendra.
• Aceites base para pieles sensible: almendra, coco, girasol y oliva.
• Aceites base para pieles grasas: almendra, maíz y semillas de uva.
Cuidados de la piel ancestrales
Los baños de vapor o hammam se usan desde tiempos remotos. Son muy húmedos y cuidan de la piel seca que al estar desprotegida corre el riesgo de sufrir infecciones. Algunos de sus beneficios son:
• Abren los poros.
• Aumentan la circulación sanguínea.
• Benefician al sistema linfático.
• Eliminan toxinas.
Fangos
Es recomendable usar fangos para los cuidados de la piel por su acción desinflamatoria. Depuran la piel y favorecen la reproducción celular. Limpian en profundidad y suprimen el exceso de grasa cutánea. Están compuestos por toda clase de sedimentos y oligoelementos minerales y vegetales.
• Fangos cloruros sódicos. Con propiedades estimulantes y antiinflamatorias si tienen yodo.
• Fangos sulfurosos. De acción sedante, tienen alto contenido en hidrógeno y minerales.
• Fangos salino yódicos. Con propiedades curativas en edemas y artrosis.
Conclusión
La forma de hidratar la piel adecuada es combinar los cuidados de la piel internos con los externos. Ambos se complementan. Con el cuidado interno se llega a la estructura profunda de las células que es donde se originan las alteraciones.
Lo idóneo es beber agua, entre dos litros (mujeres) y 2,5 litros (hombre) al día . Con los aceites naturales y fangos la protegemos de los agentes invasivos externos. La desintoxicamos con baños de vapor. Aprovechamos este instante para proponerte que incluyas a ambos en tu estilo de vida.
Fuentes de referencia:
https://belleza.uncomo.com/articulo/como-hidratar-la-piel-de-manera-natural-15638.html
https://mejorconsalud.com/los-4-mejores-productos-caseros-para-hidratar-la-piel-seca/
https://www.guioteca.com/belleza/como-hidratar-la-piel-sin-cremas-recetas-naturales-y-caseras-para-el-rostro/
https://www.stanfordchildrens.org/es/topic/default?id=anatomadelapiel-85-P04436
https://www.bbraun.es/es/pacientes/cicatrizacion-de-heridas/que-saber-sobre-la-piel.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Epidermis