La importancia del agua en el té
La idea general que mucha gente tiene sobre el agua de ósmosis inversa es que goza de calidad y es buena para todo, es más, se tiende a pensar que es la mejor para preparar un buen té, ya que se trata de agua filtrada libre de olores y sabores. Pero en este sentido, la gente está equivocada. Entonces, ¿qué agua es la mejor para tomar un buen té?
El agua es casi el elemento más importante a la hora de preparar una buena infusión. Ten en cuenta que la taza se compone de un 99 % de agua y un 1 % de té, ¿ahora ves la importancia que tiene? Seguro que la mayoría de gente lo elabora con agua del grifo, que es la que más se usa en la cocina. Pero esta, junto con la de ósmosis inversa, no son las más recomendables para este tipo de uso.
Características del agua mineral
LuYu (733-804) fue una mujer de origen china que escribió el libro ‘Clásico del Té’, donde lo cuenta todo, desde su elaboración, cómo debe tomarse y con qué agua. Según LuYu, la mejor agua para preparar un buen té es la que proviene de un manantial.
Aun así, tienes que saber que el nivel de minerales tiene que ser bajo, igual que pasa con el agua embotellada. Y eso se ve con el residuo seco, que es la cantidad de minerales presentes. Entonces, un agua muy dura (con muchos minerales) va a cambiar el sabor y, como consecuencia, también cambiará el sabor del té.
Por el contrario, un agua excesivamente blanda (con pocos minerales), va a carecer de personalidad. De esta forma, el té necesita cierto nivel de minerales para que puedas disfrutar de él como se debe. Como ves, la clave está en encontrar el equilibrio.
Mejoras en el agua
Este es un sistema caro, por lo tanto, lo mejor es comprar el agua embotellada y mirar la etiqueta para ver la cantidad de minerales que lleva.
De la misma manera que la elección del agua es importante, también lo tener en consideración una serie de medidas:
- No hervirla demasiado fuerte ni mucho tiempo, ya que pierde su sabor.
- Usar agua que no sea recalentada.
Preparación del té
Teniendo en cuenta las recomendaciones anteriores a la hora de escoger o tratar el agua, para elaborar un buen té también es imprescindible saberla utilizar. Si ya hemos tenido en cuenta la mineralización ideal, es que sigamos unas buenas indicaciones a la hora de prepararlo para poder saborear el té como es debido.

Temperatura óptima del agua para el té
Cuando vas a llevar el agua a ebullición, según el tipo de té que vayas a preparar, tienes que vigilar su temperatura. Para preparar oolong oscuro, tés negros e infusiones de hierbas, puedes llegar a los 120 grados, o sea, el agua tiene que estar hirviendo.
Por el contrario, para tés blancos, oolong verde y té verde, lo mejor es utilizar agua más fría, porque son más delicados. Un truco casero, si no tienes un termómetro en casa, es hervir el agua y dejarla enfriar durante unos 5 minutos. Después de este tiempo, la temperatura habrá llegado hasta unos 90 grados.
Tiempo de preparación
Igual que la temperatura, el tiempo también depende del tipo de té que se prepare. Así, para la mayoría de los tés negros, lo mejor es de los 3 a los 5 minutos. Si lo quieres dejar más tiempo, serán demasiado amargos y astringentes.
Sin embargo, el té blanco y el oolong oscuro sabrán mejor si lo dejas durante el mismo período de tiempo, pero si los dejas más rato van a seguir siendo buenos. En cambio, en el oolong claro y el té verde el tiempo máximo es entre 2 y 3 minutos, no más.
Fuentes de referencia:
https://www.prueba-te.com/blog/agua-madre-del-te/
https://tetere.com/blog/cultura-del-te/que-agua-me-aconsejas/
https://www.tetique.com/blog/preparar-te/como-preparar-una-taza-de-te-perfecta/
https://www.perfectdailygrind.com/2017/12/guia-de-preparacion-de-te-como-la-calidad-de-agua-afecta-el-sabor-y-claridad/