Una forma de hidratar la
piel es interna y se consigue conlos hidratantes naturales que contienen las frutas y vegetales. Beber agua y dormir 8 horas sin
interrupciones contribuye a la reparación interna de la dermis. La segunda
forma de materializar los cuidados de la piel es externa, recurriendo a
aceites, baños de vapor y a fangos.
A partir de los 45 años la dermis pierde contenido celular, el flujo sanguíneo
es más lento y las fibras de colágeno ven mermada su fuerza provocando que la
piel pierda su tono. La buena noticia es que las células de la epidermis se
renuevan a la velocidad de un millón por hora. En unos 30 días pueden
regenerarse por completo.
La forma de hidratar la piel internamente
La piel se seca debido a la edad, al estilo de vida, al estrés, a las emociones y a los medicamentos. Una forma de hidratar la piel es desde dentro. Para ello, hay que modificar la dieta, aprender a relajarnos y a aceptar las emociones. Aunque parecen acciones invisibles sus efectos sobre la piel no lo son.
La importancia de beber agua
Beber agua es un arte. Es la manera más sencilla y práctica de mantenerse
hidratado. Siempre teniendo en cuenta la importancia de la calidad y cantidad
del agua que bebemos.
Importa la calidad del agua. En este sentido, debemos atender a los
siguientes aspectos:
- El agua del grifo puede contener cloro, flúor y otras sustancias perjudiciales.
- El agua mineral, en cambio, es rica en minerales.
Importa la cantidad de agua, debiendo tener presente que:
- Hay que beber sorbos moderados a lo largo del día permitiendo que el cuerpo la asimile.
- Beber demasiado en poco tiempo hace que los riñones estén activos continuamente y con el exceso de orina se eliminan minerales.
- La cantidad de agua depende de los hábitos y de la estación del año, pero puede rondar los 2 litros al día .
- Una persona con un alto nivel de estrés o con un trabajo intelectual desgasta más energía de la que pensamos. Necesita hidratarse tanto en esos momentos como cuando hace deporte.
Alimentación
El colágeno y elastina de la piel se regeneran a través de los alimentos que consumimos:
- Alimentos ricos en colágeno. Los hallamos en las proteínas y en los frutos secos. En frutas rojas y ácidas como las fresas, cerezas o el kiwi. En vegetales de hojas verdes como las coles, espárragos o brócoli.
- Alimentos ricos en elastina. La contienen el apio, plátano, frutas ricas en vitamina C, aguacate, queso, arroz y frutos secos.
- Los alimentos de sabor dulce construyen tejidos e hidratan.
- Los alimentos ácidos limpian la piel, estimulan y son carminativos .
- Las ensaladas y la comida cruda y seca no es recomendable, sobre todo, en otoño/invierno.
El sueño
Para los cuidados de la piel es indispensable dormir sin interrupción y apaciblemente. Con la edad cada vez son menos las horas de sueño. Debemos recuperar las 8 horas de sueño rejuvenecedor, reparador y reconstituyente.
Cuidados de la piel externos
La piel es un órgano vivo expuesto al medio ambiente, sol, clima, contaminación y agentes químicos. Dado que no podemos modificar el clima frío y ventoso del otoño tomemos las medidas oportunas para paliar sus consecuencias. Además, procuremos vestir prendas sin componentes químicos presentes en algunos textiles.
Aceites hidratantes naturales
Las cremas hidratantes no son más que emulsiones de aceite y agua unidas por emulsionantes químicos. Esto significa que los aceites por sí solos aportan beneficios:
• Aceites base para pieles secas: sésamo, oliva o almendra.
• Aceites base para pieles sensible: almendra, coco, girasol y oliva.
• Aceites base para pieles grasas: almendra, maíz y semillas de uva.
Cuidados de la piel ancestrales
Los baños de vapor o hammam se usan desde tiempos remotos. Son muy húmedos y cuidan de la piel seca que al estar desprotegida corre el riesgo de sufrir infecciones:
• Abren los poros.
• Aumentan la circulación sanguínea.
• Benefician al sistema linfático.
• Eliminan toxinas.
Fangos
Es recomendable usar fangos para los cuidados de la piel por su acción desinflamatoria. Depuran la piel y favorecen la reproducción celular. Limpian en profundidad y suprimen el exceso de grasa cutánea. Están compuestos por toda clase de sedimentos y oligoelementos minerales y vegetales.
• Fangos cloruros sódicos. Con propiedades estimulantes y antiinflamatorias si tienen yodo.
• Fangos sulfurosos. De acción sedante, tienen alto contenido en hidrógeno y minerales.
• Fangos salino yódicos. Con propiedades curativas en edemas y artrosis.
Conclusión
La forma de hidratar la piel adecuada es combinar los cuidados de la piel internos con los externos. Ambos se complementan. Con el cuidado interno se llega a la estructura profunda de las células que es donde se originan las alteraciones.
Lo idóneo es beber agua. Con los aceites naturales y fangos la protegemos de los agentes invasivos externos. La desintoxicamos con baños de vapor. Aprovechamos este instante para proponerte que incluyas a ambos en tu estilo de vida.
Fuentes de referencia:
https://belleza.uncomo.com/articulo/como-hidratar-la-piel-de-manera-natural-15638.html
https://mejorconsalud.com/los-4-mejores-productos-caseros-para-hidratar-la-piel-seca/
https://www.guioteca.com/belleza/como-hidratar-la-piel-sin-cremas-recetas-naturales-y-caseras-para-el-rostro/
https://www.stanfordchildrens.org/es/topic/default?id=anatomadelapiel-85-P04436
https://www.bbraun.es/es/pacientes/cicatrizacion-de-heridas/que-saber-sobre-la-piel.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Epidermis