De modo tradicional, en los hogares se aseguraban el suministro con el agua de los pozos, pero en la actualidad se cuenta con un sofisticado sistema de distribución de agua potable que resulta más seguro.
En algunas fincas antiguas aún se pueden encontrar pozos que “funcionan” correctamente y otros que no por lo que es muy importante conocer las principales características de los pozos y los agentes que podemos encontrarnos.
¿Qué riesgos supone el consumo de agua de pozos?
En primer lugar, si el pozo es tuyo conviene que tomes una muestra de agua y que la analices. La razón es que, si resides próximo a una zona de ganado o agrícola, cerca de una zona industrial o comercial o cerca de los desechos municipales humanos, hay ciertas posibilidades de que no podamos beber de dicho pozo.
¿Qué contaminantes peligrosos puede haber en el agua de pozo?
Aparte de las sustancias químicas que se emplean para eliminar las malas hierbas o los insectos, también se pueden filtrar en la tierra algunos microorganismos o aguas fecales. Esto puede hacer que el agua del pozo no sea apta para el consumo, ya que podría suponer ciertos problemas de salud como diarrea, cólera, poliomielitis, etc.
Algunos de los contaminantes que puedes encontrar en el agua de pozos son:
Plomo
Este metal se encuentra en la naturaleza y en nuestro ambiente Su procedencia es de actividades humanas como la quema de combustibles o la manufactura.
Para saber si el agua del pozo está contaminada por plomo, se recomienda contratar a los servicios de una empresa especializada para que tome muestras de agua y pueda determinar si existe o no algún problema y cuál es su procedencia.
Mercurio
Este metal se halla de manera natural en el suelo, las rocas y el agua. Se filtra al aire, tierra y agua al quemar combustibles fósiles o desperdicios en basureros, incendios forestales o con la quema de elementos médicos. También lo encontrarás en los productos del hogar, como las pinturas de exterior. Al desecharlas de forma incorrecta puede alcanzar un pozo privado y afectar así a la calidad del agua.
Durante algunos procesos de manufactura también se filtra al medio ambiente. Por lo tanto, puede alcanzar el agua subterránea con facilidad.
Es importante realizar controles con periodicidad, para que te asegures de que tu pozo no contiene niveles altos de mercurio. Para ello, puedes contactar con un laboratorio especializado en el análisis de agua.
Bacterias coliformes
Estos microorganismos se hallan en las plantas, en las aguas superficiales, en el suelo y en el intestino de humanos y animales.
La lluvia arrastra estas bacterias por el suelo y se quedan atrapadas en rocas, pero con el paso de agua pueden alcanzar los sistemas de aguas subterráneas. Por su parte, los pozos que no están bien construidos no están bien sellados o están rajados, son una puerta para que las bacterias coliformes accedan al agua y la contaminen.
Aunque casi con total seguridad las bacterias coliformes no causarán una enfermedad, sí que son indicativas de que otros organismos patógenos puedan tener presencia en el agua. Que existan bacterias coliformes solo señala que hay desechos de alcantarillas o excrementos en las aguas de las que se ha tomado una muestra.
Para determinar la presencia de bacterias coliformes del agua del pozo se hacen pruebas con la finalidad de identificar tres elementos:
- Bacterias coliformes totales, que no suelen causar problemas y están en el medio ambiente.
- Bacterias coliformes fecales, cuya presencia indica que el agua está potencialmente contaminada y puede causar enfermedades.
- Escherichia coli, se trata de un tipo concreto de bacteria que tiene presencia en los animales de sangre caliente.
Lo ideal es realizar de forma anual esta prueba al agua del pozo.
¿Cómo evitar estos riesgos?
Si tienes la suerte de tener un pozo en tu casa, no debes preocuparte por consumir su agua, ya que en la actualidad existen multitud de opciones para poder beberla con seguridad.
El primer paso que debes dar para poder consumir agua del pozo es analizarla. Recurre a un laboratorio o empresa especializada y, en función del resultado del análisis, ellos mismos te podrán indicar el sistema más apropiado para potabilizar el agua del pozo.
Análisis positivo
En caso de que el resultado del análisis sea positivo puedes seguir el siguiente proceso:
- Elimina sedimentos con varios filtros de sedimentos, en función de la turbidez del agua. Si los sedimentos son muy finos puedes optar por un filtrado con arena o un decantador.
- Un esterilizador ultravioleta hará que la desinfección sea eficaz, siempre y cuando la calidad del agua del pozo sea apta para el consumo.
- Mejorar el sabor y purificar con un purificador.
Si el agua es muy dura, es decir, tiene muchos minerales disueltos y quieres que no tenga tanta cal o minerales para beber, el mejor sistema de purificación es la ósmosis inversa. Cuando sospechas que el agua del pozo puede tener restos de herbicidas o pesticidas que un análisis normal no detecta, este sistema también es idóneo.
Análisis negativo
Los pasos 1 y 2 mostrados anteriormente pueden subsanar junto con un buen equipo de ósmosis inversa prácticamente cualquier situación. Pero para garantizar su efectividad, es necesario realizar un nuevo análisis tras el tratamiento.
En definitiva, si se toman las precauciones necesarias no hay problema en consumir agua de un pozo propio. Además, recuerda que puedes acudir a una compañía de suministro de agua potable
Fuentes de referencia:
http://osmovic.com.ar/ablandadores-de-agua-para-el-hogar/
https://espanol.epa.gov/espanol/acerca-de-los-pozos-de-agua-privados
https://aquapurif.es/tratamiento-aguas-pozo/
https://www.cadenadial.com/2017/es-peligroso-beber-o-banarse-en-el-agua-de-rios-y-pozos-106241.html
http://www.guiapurificadoresdeagua.com/purificar-agua-de-pozo/
http://www.guiapurificadoresdeagua.com/potabilizar-agua-de-pozo/
https://www.eurofontanilla.es/blog/tratamiento-agua-de-pozo/
https://gwc.com.ar/agua/riesgos-agua-pozo/
https://www.culligan.es/blog/agua-de-pozo-es-segura
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